Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Hijos, el Domingo de la Divina Misericordia, voy a impartirles una triple Bendición, pero ustedes tienen que venir con corazones preparados con Amor Santo. Si vienen por curiosidad, su peregrinación no dará tanto fruto. Cuando lleguen aquí, vacíen sus corazones de toda preocupación mundana. Yo llenaré un corazón así con muchas e incalculables gracias.”
“Ustedes recibirán la Bendición Patriarcal, la Bendición Apocalíptica y la Bendición de Luz en el mismo momento. Sus vidas cambiarán para siempre de muchas formas. Al ir llegando al Campo* ese día, ríndanme a Mí todas sus preocupaciones y decídanse a abandonar el pecado. Mi Bendición de Luz convencerá los corazones –incluso el del pecador más endurecido– para que vean el error de sus costumbres. Yo les doy esta gracia en la Fiesta de Mi Misericordia en señal de Mi amor y misericordia por ustedes.”
“Si no pueden estar aquí ese día, una vez más los invito a enviarme a su ángel de la guarda, mismo que regresará a ustedes con abundantes gracias.”
“Estoy deseando este gran evento. Hay muchas personas a las que espero tocar.”
“Hijos, el Domingo de la Divina Misericordia, voy a impartirles una triple Bendición, pero ustedes tienen que venir con corazones preparados con Amor Santo. Si vienen por curiosidad, su peregrinación no dará tanto fruto. Cuando lleguen aquí, vacíen sus corazones de toda preocupación mundana. Yo llenaré un corazón así con muchas e incalculables gracias.”*Campo de los Corazones Unidos en el Manantial y Santuario Maranathá
