Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Cuando llegue el momento del juicio, el alma será convencida en la verdad. Se disipará la niebla de Satanás y el alma se dará cuenta de su pensamiento erróneo y del sendero de pecado que ha seguido voluntariamente. En ese momento, el bien y el mal quedarán muy claros.”
“Esta claridad es lo que ustedes necesitan para rezar durante su vida en la tierra; entonces, sus vidas serán agradables para Mí y para Mi Hijo. Advertirán fácilmente el camino de Mi Divina Voluntad, el cual deben seguir para poder alcanzar el Paraíso.”
“Cada uno de ustedes tiene un lugar en el Cielo. Por medio de su libre voluntad, o lo aceptan o lo rechazan. Por lo tanto, su lugar en la eternidad es decisión suya. No nieguen la verdad que se define para ustedes en Amor Santo.”
Lean 1ª Corintios 13:4-7, 13
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. …En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.