Su poder está en la fe

"La fe en la oración es la fuerza que puede cambiar los acontecimientos del mundo, tanto los de ahora como los que sucederán en el futuro.”

Fiesta de María Reina

Maria Santísima - Amor Santo - Holy LoveLa Santísima Virgen María dice: “Alabado sea Jesús. Queridos hijos, hoy les hablo como Reina y Madre de todos los corazones; incluso de los corazones de los no creyentes. Sus decisiones pecaminosas no pueden cambiar Mi rol en el Cielo que Dios quiso darme. Aún así sigo siendo y siempre seré su Madre y la Reina del Cielo y la Tierra. Como cualquier madre, me pongo triste cuando uno de Mis hijos elige el pecado sobre la rectitud. Imaginen, entonces, Mi tristeza en estos tiempos cuando gran parte de la población del mundo vive conforme a decisiones que desagradan a Mi Hijo. Pocos en el mundo me reconocerán hoy como alguien que los ama e intercede por ellos ante el trono de Dios. Queridos hijos, su poder está en la fe. La fe en la oración es la fuerza que puede cambiar los acontecimientos del mundo, tanto los de ahora como los que sucederán en el futuro.”

“Ustedes no ven o no creen en esos horribles acontecimientos que el pecado puede traer sobre la tierra. De manera que, nuevamente, vengo como una madre preocupada para alertarlos y exhortarlos. Cambien sus prioridades ahora mientras todavía hay tiempo. Hagan que su objetivo más importante sea agradar a Dios. Busquen siempre agradarlo a Él y a Su Divino Hijo. Tan solo esto podría cambiar la dirección de los acontecimientos que se avecinan en el mundo.”

“Hoy celebro con quienes me escuchan como su Madre y Reina de todos los corazones. Sí, Yo soy la Reina, incluso de los no creyentes. No ignoren la súplica que les hago. Recen y hagan sacrificios por los desobedientes, cuyas acciones traspasan Mi Corazón como una espada empuñada por el mismísimo Satanás. Hagan reparación a Nuestros Corazones Unidos. Prometo que Mi bendición estará sobre sus más pequeños esfuerzos.”

Lean Jonás 3:6-10 – Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio: “Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no pasten ni beban agua; vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera que no perezcamos”. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.
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