Solemnidad de la Anunciación
La Santísima Virgen María dice:
“Alabado sea Jesús. Queridos hijos, cuando abrí Mi Corazón a la oración en la noche de la Anunciación, me desprendí de los planes egoístas que me tentaban. Cuando se apareció el arcángel Gabriel, él salió de una luz más brillante que cualquier lámpara. La luz lo envolvía y, no obstante, Yo podía ver la bondad de su rostro. Me habló de forma suave y clara. Cada palabra penetró Mi Corazón. Cuando pienso en esa noche, no recuerdo haber sentido en ningún momento la tentación de decir otra cosa más que ‘Sí’ al plan glorioso de Dios. Eso es porque Mi voluntad nunca fue una prioridad. Yo confiaba en que Dios pondría todas las cosas bajo Su Voluntad; bajo Su mandato. Yo sabía que solamente era el instrumento de Dios en ese momento presente, y rendí todos los momentos futuros a Su perfectísima Voluntad.”
“Queridos hijos, el camino que aleja de Dios está hecho del libre albedrío desordenado. Esfuércense mucho por mantener siempre la Voluntad de Dios en primer lugar en sus corazones; después, Él podrá utilizarlos al máximo.”
“Yo estoy en medio de ustedes durante estas dificultades actuales. Mi Corazón es su humilde refugio. Digan ‘sí’ a la Voluntad de Dios en cada dificultad, en cada reto. Si lo hacen, Su Voluntad triunfará en la salvación propia.”
Lean Lucas 1:38
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.