Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Para que el alma pueda alcanzar la paz eterna, primero tiene que pasar por la aguja de la verdad. El ojo de esta aguja espiritual es la conciencia del alma, misma que tiene que ser reprendida de sus pecados y errores antes de alcanzar la dignidad del gozo eterno. Este es el Primer Aposento de los Corazones Unidos. No existen reglas diferentes para creencias diferentes. Cada uno es medido con la misma norma de la verdad.”
“Saber esto no es lo mismo que vivir conforme a esta verdad. Saber todo esto lleva consigo la responsabilidad de vivir conforme a Mis mandamientos.”
Lean 1ª Juan 3:18, 24
Hijitos míos, no amemos con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.