“El día de hoy les imploro, únanse en oración, no en protestas violentas. La violencia nunca es la solución; es el problema. Las ciudades santuario deben ser santuarios de paz, no santuarios de la libre voluntad del hombre donde todo se vale. Es Mi deseo que esta Nación sea un santuario donde se honre Mi Divina Voluntad. Entonces la humanidad encontraría la paz en Mi Corazón.”
“Ustedes nunca podrán hacer su propio cielo en la tierra. Sin duda, nunca van a poder ser verdaderamente felices abrazando el libre albedrío como su dios. Abracen el Amor Santo como su único fin. La paz interior que experimentarán en ese esfuerzo será inigualable. No fomenten problemas tales como el racismo ni el rencor en el corazón. Esto solo sirve para hacer más grande cualquier problema. Sean indulgentes como Yo soy indulgente.”
“Cuando confían en Mi gracia, cada problema se hace pequeño. Solamente por medio de esta confianza van a encontrar la paz y las soluciones. Júntense a orar; no a odiar.”