Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“La mayor fuente de fortaleza durante estos tiempos sin precedente no es la acumulación o el distanciamiento social; es la oración. La oración invoca la intervención divina y la inspiración del Espíritu Santo. La oración los lleva a la rendición confiada para que no pierdan tiempo tratando de cambiar o lograr lo imposible.”
“Esta cruz fue súbita. Las almas están aprendiendo a confiar en la gracia para muchas necesidades. La gracia está ahí para que la pidan. Muchas veces, la gracia es tan solo aceptar el momento presente conforme se va desenvolviendo. Yo nunca los abandono a menos que ustedes me abandonen primero a Mí. Encomiéndenme sus preocupaciones. Yo estoy escuchando y los ayudaré a encontrar soluciones.”
“Toda esta situación y todos sus tentáculos de tribulaciones es una prueba de confianza.”
“La mayor fuente de fortaleza durante estos tiempos sin precedente no es la acumulación o el distanciamiento social; es la oración. La oración invoca la intervención divina y la inspiración del Espíritu Santo. La oración los lleva a la rendición confiada para que no pierdan tiempo tratando de cambiar o lograr lo imposible.”Lean Efesios 3:20-21
¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros, a él sea la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones y para siempre! Amén.
