Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Hijos, estos tiempos son graves; tiempos en los que se están tomando decisiones trascendentales. Enfóquense en su propia santidad personal, y sus decisiones me serán agradables. Siguen enfrentándose nación contra nación, pues las falsas religiones y los falsos dioses ejercen influencia en el ámbito internacional. Se pierden vidas inocentes, no solamente en campos de batalla lejanos, sino también en el vientre materno, el cual se ha vuelto un campo de batalla. En estos tiempos, las decisiones afectan el futuro del mundo. Se están perdiendo importantes vidas en la apresurada decisión de tener un aborto.”
“Si están guardando Mis mandamientos, ustedes saben todas estas cosas. Las almas que están lejos de Mí no se dan cuenta de la importancia de cada vida. Sus conciencias están malformadas y, sin embargo, dejan que sus conciencias sean lo que las guíe. El fariseísmo ha cobrado muchas vidas y muchas almas.”
“Así que, una vez más, hago un llamado a toda la humanidad a que regrese a Mi Divina Voluntad. El momento de elegir vivir conforme a Mis mandamientos es ahora. Este es el sendero –la decisión– que cambiará el futuro.”
Lean Jonás 3:6-10
Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio: “Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no pasten ni beban agua; vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera que no perezcamos”. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.