Una vez más me refiero a su santidad personal como una casa

"Puesto que cualquier alma es atacada por maleantes que desean debilitar su espiritualidad, el alma descuidada encuentra que su ‘casa’ espiritual pierde firmeza por influencias externas"
1º de Diciembre del 2020 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Hijos, una vez más me refiero a su santidad personal como una ‘casa’ que ustedes y Yo construimos y compartimos juntos. Puesto que cualquier alma es atacada por maleantes que desean debilitar su espiritualidad, el alma descuidada encuentra que su ‘casa’ espiritual pierde firmeza por influencias externas, tales como el amor al dinero, a la ambición, al poder y a los bienes materiales. Todos estos amores son pasajeros. El amor a estas cosas pasajeras es como una inundación, terremoto o tornado que pone en riesgo la ‘casa’ espiritual y la destruye.”

“El alma tiene que reforzar su ‘casa’ espiritual con sus esfuerzos en la oración, ayunando de su propia voluntad y uniéndose a Mi Divina Voluntad. Mientras más se niegue a sí misma, más fuerte su ‘casa’ espiritual. El alma embellece su ‘casa’ espiritual por medio de esta negación propia.”

“Es necesario que Yo continúe con esta analogía en otro momento. A todos los que la siguen, les extiendo Mi Bendición Apocalíptica.”

Lean Efesios 6:10-18 – Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos…