“Hijos, una vez más me refiero a su santidad personal como una ‘casa’ que ustedes y Yo construimos y compartimos juntos. Puesto que cualquier alma es atacada por maleantes que desean debilitar su espiritualidad, el alma descuidada encuentra que su ‘casa’ espiritual pierde firmeza por influencias externas, tales como el amor al dinero, a la ambición, al poder y a los bienes materiales. Todos estos amores son pasajeros. El amor a estas cosas pasajeras es como una inundación, terremoto o tornado que pone en riesgo la ‘casa’ espiritual y la destruye.”
“El alma tiene que reforzar su ‘casa’ espiritual con sus esfuerzos en la oración, ayunando de su propia voluntad y uniéndose a Mi Divina Voluntad. Mientras más se niegue a sí misma, más fuerte su ‘casa’ espiritual. El alma embellece su ‘casa’ espiritual por medio de esta negación propia.”
“Es necesario que Yo continúe con esta analogía en otro momento. A todos los que la siguen, les extiendo Mi Bendición Apocalíptica.”