Yo soy su fuerza y su provisión

"Confíen en estas verdades. Estén unidos en ellas. Su unión es el arma más importante ahora. Estén unidos en oración"
22 de Diciembre del 2020 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dio Padre“Recen pidiendo la victoria de la verdad en esta batalla por el control en su Nación. Satanás está haciendo campaña contra la seguridad de este País tergiversando los hechos sobre el coronavirus, distorsionando la verdad de los resultados electorales y fomentando el miedo a las reuniones religiosas. Estas mentiras sirven para debilitar el espíritu de su Nación. En el mundo político, el padre de las mentiras ha logrado la deslealtad de quienes están cerca de su Presidente (Donald J. Trump), debilitando el gran esfuerzo por exponer el fraude de las elecciones.”

“Yo soy su fuerza y su provisión. Confíen en estas verdades. Estén unidos en ellas. Su unión es el arma más importante ahora. Estén unidos en oración. Una gran arma del mal es el miedo. El miedo conquista la verdad y divide. Si están perdiendo el tiempo teniendo miedo, sus oraciones se van a debilitar. Recen con corazones llenos de fe. Satanás está haciendo todo lo que puede para desalentar esto.”

“En estos días, la oración es su arma más poderosa para apoyar la verdad. Sean valientes en su esfuerzo de oración.”

Lean 1ª Juan 4:18 – En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto elimina el temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la plenitud del amor.
Judas 17-23 – En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: “En los últimos tiempos habrá gente que se burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías”. Estos son los que provocan divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. Traten de convencer a los que tienen dudas, y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo.