Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Hijos, Yo quiero que tengan éxito en sus esfuerzos para lograr la santidad personal. La oración es su aliada, no es una tarea. La oración es lo que los acerca a Mí. La oración es lo que repele los esfuerzos de Satanás para desalentarlos.”
“Si los corazones se entregaran a la oración, muchas cosas nunca sucederían en el mundo. Así también, muchas cosas buenas ocurrirían si la oración fuera la inspiración de los pensamientos, palabras y obras. La realidad es que las personas actúan sin escucharme y sin considerar Mis mandamientos. Muchas veces, ante esas acciones, hay amargas consecuencias. A menudo, la respuesta al pecado es más pecado. Mi Corazón sufre cuando veo las decisiones que toma el hombre; decisiones que alteran el futuro del mundo.”
“Deseo recibir a toda la humanidad en Mi abrazo. Por esa razón, Yo sigo viniendo a este lugar a recordarles que obedezcan Mis mandamientos en cada momento presente. Esta es Mi Voluntad para ustedes.”
Lean 1ª Juan 3:23-24
Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.