“Hijos, una vez más les señalo que las decisiones del libre albedrío es lo que decide el futuro y lo que ha decidido el pasado. Si su voluntad se forma en y alrededor del Amor Santo, trabajaremos juntos en cada momento presente. Sin embargo, con mucha frecuencia las decisiones del libre albedrío son gobernadas por el amor propio desordenado. Es entonces cuando sus decisiones no concuerdan con Mi Voluntad. Es entonces cuando Yo permito que las consecuencias del libre albedrío resulten en soluciones negativas.”

“Si ustedes rezan, comprenderán cómo y por qué han pasado y van a pasar ciertas cosas. Yo, su Señor, no interfiero con las decisiones del libre albedrío. Mi Voluntad para el hombre es que sus decisiones abracen el Amor Santo, porque el Amor Santo es la Nueva Jerusalén en la tierra. Durante estos tiempos, las decisiones del libre albedrío del hombre lo han alejado mucho de Mi Voluntad, y muchas almas inocentes van a sufrir las consecuencias. Estos son tiempos en los que el hombre se aleja de Mí sin preocuparse por agradarme. Yo debo retroceder ahora y permitir que ciertas cosas sucedan como resultado de la apatía que la humanidad tiene hacia Mí. Yo siempre estoy esperando con brazos abiertos a que un alma regrese a Mí.”