Recen pidiendo que su Nación se arrepienta del pecado del aborto

"Aprendan de la historia de Jonás en la lectura bíblica de hoy. Yo estoy dispuesto a perdonar, incluso ahora, luego de que tantas vidas que Yo he creado han sido destruidas"

Día de la Santidad de la Vida Humana

22 de Enero del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Hijos, la más valiosa de todas sus posesiones es su relación Conmigo. No debe pasar ni un solo día sin que den su mayor esfuerzo para acercarse más a Mí. Yo les he dicho que me agrada la obediencia a Mis mandamientos. Sí, eso me agrada. Sus oraciones y sacrificios también me agradan. Dejen que Yo sea parte de sus días. Yo disfruto ayudarlos de muchas formas pequeñas y grandes.”

“Centren sus ganas de triunfar en construir de forma más sólida su casa de la santidad personal. De hecho, esa es la victoria más grande de todas, y está a su alcance. Como saben, estos son tiempos malignos. Sus oraciones y sacrificios son como la vela de un barco que los lleva por el mar de la controversia.”

“Recen pidiendo que su Nación se arrepienta del pecado del aborto, porque esa es la carga que está haciendo que el gobierno se hunda. Aprendan de la historia de Jonás en la lectura bíblica de hoy. Yo estoy dispuesto a perdonar, incluso ahora, luego de que tantas vidas que Yo he creado han sido destruidas, porque Mi misericordia es perfecta. Así como se han destruido vidas sin remordimiento alguno, así también se está destruyendo su gobierno. ¡Arrepiéntanse!”

Lean Jonás 3:1-10 – La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos: “Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré”. Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: “Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida”. Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio: “Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no pasten ni beban agua; vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera que perezcamos”. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.