“Yo soy el Padre Eterno, el Eterno Ahora. Hay dos cosas que necesito de este País a fin de revertir los males en los que ahora se encuentra. Una es la expiación. La otra es el arrepentimiento. Ambas van juntas. La expiación repara Mi Corazón Paternal y los Corazones Unidos de Jesús y María que están heridos por el grave pecado del aborto. Esto se logra mediante la oración y el sacrificio. Los he llamado a esto por décadas a través de estos Mensajes. La otra acción más importante que debe tomar el corazón de esta Nación es el arrepentimiento. El arrepentimiento es dejar atrás los hábitos pecaminosos y rendirse completamente a Mi misericordia. Es tener dolor por los pecados, tal como sucede con la expiación. Es reconocer el camino a la perdición que ahora sigue el alma y tener el deseo de seguir el camino de la rectitud. Es necesario que esto se realice en los corazones de todos los que participaron en el aborto o lo apoyaron de cualquier manera.”
“El mal tiene el dominio sobre el alma de esta Nación. La ambición deshonesta está a cargo ahora. El bien debe unirse y buscar la victoria que se necesita y se espera. Esto puede suceder por los esfuerzos de cada persona.”