“A pesar de que la humanidad está en deuda Conmigo, Yo nunca rechazo un corazón contrito. El dolor por los pecados es la clave de Mi Misericordia. Mi Misericordia es de generación en generación y es eterna. El corazón humano debe estar convencido de sus malas acciones y arrepentirse de sus pecados. Entonces, Yo llenaré su alma con Mi misericordia sin límites.”
“Hoy, sin embargo, no veo que haya ese arrepentimiento en los políticos por su papel de facilitar el acceso al aborto. Ellos no viven en la verdad del bien frente al mal. En cambio, ven su puesto como el medio a su infalibilidad, pero Mis mandamientos no cambian ni se amoldan según la importancia de un alma en el mundo. Cada alma, independientemente de su posición en el mundo, está sujeta a Mi juicio, el cual se basa en su obediencia a Mis mandamientos. La verdad es que la vida inicia en el momento de la concepción. Cualquier persona que interfiera con la vida humana a partir de ese momento es culpable de asesinato. Esto no se puede cambiar por no ser popular.”
“La aceptación o el rechazo de esto determina el futuro del alma de la humanidad.”