“Mañana es una fiesta que celebra el amor. Reflexionemos por un momento sobre lo diferente que sería el mundo si el Amor Santo gobernara cada corazón. Ante todo, me pondrían de vuelta en Mi legítimo lugar como Rey y Creador, como el centro de todo bien. Cada alma enfocaría su existencia terrenal en obtener su lugar en el Cielo como debería. La caridad mandaría en cada corazón y en el mundo mismo. Por consiguiente, no habría necesidad de una carrera de amas nucleares. Los bienes del mundo se compartirían mutuamente con empatía hacia todos los que tienen necesidad. Dado que el Amor Santo personifica Mis Mandamientos, la obediencia a Mis mandamientos sería como una constitución para el mundo entero.”
“Un estado de gracia y paz así llenaría cada corazón. La eterna búsqueda de la felicidad que consume hoy día a los corazones se realizaría a través de una relación más cercana Conmigo. Estoy describiéndoles una utopía en la tierra. Sin embargo, el libre albedrío elige un sendero diferente. Así que, el día de mañana estará marcado por una celebración del amor que no llena los corazones, sino que se busca continuamente. Su perfecto amor y gozo yace en una perfección en la santidad personal y en el amor por Mí.”