“Hijos, cuando me ofrecen sacrificios meritorios basados en el Amor Santo, están construyendo una casa de la santidad personal más segura. Por las ventanas de esta casa se ve más fácilmente lo que hay que hacer para agradarme a Mí. Todo esto es parte de la victoria del viaje hacia su propia salvación.”
“A veces, las ventanas de esta casa de la santidad se manchan con la atracción de las seducciones del mundo. Cuando eso pasa, ustedes pueden ‘limpiar’ las ventanas al comprometerse nuevamente a esforzarse por llevar una vida de santidad. Todo esto es parte de la condición humana para que la casa de la santidad personal esté segura.”
“Atesoren las oportunidades que se les presentan para hacer sacrificios meritorios. Insisto, siempre tengan en mente el bienestar físico del templo del Espíritu Santo, el cual es su cuerpo físico.”