“En estos días, quiero que consideren sus Rosarios como una fuente de paz. Cuando rezan el Rosario o entregan sus corazones a alguna oración, ustedes desatan Mis Manos y me permiten obrar en formas sin precedente durante estos tiempos tan difíciles. Ustedes no pueden ver la ‘pandemia’ del mal que ha consumido el corazón del mundo. Esta ‘pandemia’ no tiene vacuna terrenal, sino que debe frenarse con la conversión de los corazones. La enfermedad del mal que consume el corazón del mundo tiene muchos síntomas, pero todos esos síntomas están representados en la aceptación del mal en el mundo de hoy.”
“Para que una enfermedad se pueda tratar, tiene que ser reconocida. Hablo por este medio hoy para ayudarle a la gente a reconocer el bien del mal. No permitan que el enemigo de su salvación desaliente sus oraciones con sus mentiras. Recen sus Rosarios y todas las oraciones con el corazón. Estoy escuchando.”