“La conversión del corazón del mundo solo se puede lograr a través de una victoria espiritual. Tienen que rezar por esta intención. Las victorias en el campo de batalla o por medio de negociaciones resultarán insignificantes si no hay una victoria espiritual como cimiento. Lo que hay en los corazones es lo que gobierna el curso de los acontecimientos humanos. Por lo tanto, recen pidiendo una victoria espiritual; una victoria del bien sobre el mal en todos los corazones como cimiento de la paz del mundo.”