“La victoria que importa es la victoria espiritual en cada corazón. Por lo tanto, las armas que tienen que utilizar para lograr esta victoria son las armas espirituales: la oración y el sacrificio. Al utilizar estas armas, el enemigo será expuesto y vencido. Por eso, en cada lugar donde se aparece la Santa Madre, Ella pide penitencia. Los pobres pecadores no se dan cuenta del problema en que se encuentran ni de la forma como están debilitando el corazón espiritual del mundo.”
“En cada corazón se libra una batalla entre el bien y el mal. Satanás solamente puede ganar esta guerra convenciendo a la gente de que no existe ninguna guerra. El enemigo se ha ganado el corazón de los medios de comunicación. Esta victoria del mal sobre el bien es un arma fuerte que el enemigo utiliza para convencer a las personas de que no hay ningún combate entre el bien y el mal en los corazones. Centren algunas de sus oraciones diarias en la victoria espiritual que debe tomar fuerza para poder ganar. Sus oraciones diarias son Mi arma más fuerte.”