Sábado Santo
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado. Mi Madre sintió tristeza al ver Mi sufrimiento. Lloró al ver Mis heridas, aun cuando creía que Yo resucitaría de entre los muertos. Ella ayudó a poner Mi Cuerpo en el sepulcro. Su valentía la hizo aceptar aquel día. Más tarde, Ella guio a los Apóstoles en la oración.”
“En la actualidad, el mundo necesita esa misma valentía por parte de los creyentes. Los cristianos están bajo ataque; la sociedad en general se burla de sus creencias. Aún así, Yo estoy con cada persona que cree en Mí. Mi Madre también está junto a todo el que sufre persecución por causa de Su Hijo. No se desanimen. Únanse en sus esfuerzos por obtener la conversión del corazón del mundo.”