Lunes de Pascua

“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado. Después de la Crucifixión, la fe de muchos fue sacudida. Cuando resucité de entre los muertos, no fue con fanfarrias. Cuando se extendió la noticia de Mi Resurrección, no todos la aceptaron fácilmente. Entre Mis Apóstoles, el que dudó fue Tomás. Estuvo a punto de perder su fe por tratar de entender de forma lógica cómo pudo acontecer la Resurrección. Así es como muchos pierden la fe en el mundo moderno de hoy. La verdadera fe no se basa en la lógica. No se basa en la prueba de lo aparentemente imposible. La verdadera fe no es una entidad intelectual. Es un fruto en el corazón.”

“Conforme el mundo actual se vuelve cada vez más orientado hacia lo intelectual, está disminuyendo la verdadera fe. Por esa razón Mi Padre les envió a Mi Madre bajo la advocación de ‘María, Protectora de la Fe’. Este es el momento en la historia de la humanidad cuando el intelecto humano está poniendo a prueba la fe de millones de personas. Pocos son los que ven la verdadera fe como algo que debe atesorarse y protegerse. Despierten a Mi clamor de proteger sus corazones del malhechor que, incluso mientras hablo, está destruyendo los corazones más fieles y está utilizando el intelecto humano para lograrlo.”