Todas las oraciones y sacrificios que un alma ofrece en la tierra tienen un valor eterno

“No permitan que Satanás los desaliente en los esfuerzos de oración o en la confianza en Mi Provisión. Él tiene celos de sus oraciones y de su confianza.”
27 de Abril del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Hoy en día, la humanidad necesita reconciliarse con la verdad. Siendo la verdad su propia mortalidad y su dependencia en Mi Divina Provisión. El alma que no se aparta de estas verdades está en paz y no intenta acumular una fortuna para gastarla durante su vida. Ella trabaja orientada en su propósito eterno que le espera en el Cielo.”

“Todas las oraciones y sacrificios que un alma ofrece en la tierra tienen un valor eterno; un premio esperándole en el Cielo. Cuando el alma llegue al Cielo, será como abrir un cofre con preciosos tesoros. Sus oraciones llegan al Cielo antes que ustedes y yacen como joyas a los pies de la Santa Madre. Su confianza en Mi Provisión es una joya que les pertenece a ustedes en la tierra.”

“No permitan que Satanás los desaliente en los esfuerzos de oración o en la confianza en Mi Provisión. Él tiene celos de sus oraciones y de su confianza.”

Lean Salmo 4:3-4 – Y ustedes, señores, ¿hasta cuando ultrajarán al que es mi Gloria, amarán lo que es falso y buscarán lo engañoso? Sepan que el Señor hizo maravillas por su amigo: él me escucha siempre que lo invoco.
Colosenses 3:1-10 – Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria. Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría. Estas cosas provocan la ira de Dios. Ustedes mismos se comportaban así en otro tiempo, viviendo desordenadamente. Pero ahora es necesario que acaben con la ira, el rencor, la maldad, las injurias y las conversaciones groseras. Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo, aquel que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de su Creador.