“Hijos Míos, les pido que se den cuenta de que la gran batalla que se está librando no es propia de alguna nación o circunstancia en el mundo. La batalla más importante se está librando en los corazones. Se trata de la batalla entre el bien y el mal. Cuando este conflicto en curso no se reconoce, es fácil que gane el mal. En la actualidad, es cada vez más frecuente que el pecado y el mal pasen desapercibidos en las decisiones cotidianas. Así es como Satanás influye en las decisiones y adquiere poder en el mundo.”

“Tan solo en este País, el mal se ha ganado corazones al hacerse pasar por algo bueno. Se imponen malas decisiones como leyes. El aborto y la inmigración son ejemplo de esto. El ciudadano desinformado no ve la diferencia que hacen estas leyes ante Mis Ojos; no advierten los cambios sutiles que operan contra Mi favor.”

“Es Mi deseo estar cerca de cada alma y, por lo tanto, deseo ser parte de cada decisión. Quiero que cada alma me ame y me respete. Entonces, y solo entonces, sus acciones serán como reflejos de la obediencia a Mis mandamientos. Entonces, y solo entonces, cada nación prosperará en Mi Divina Voluntad.”