Recen pidiendo que Yo los guíe

“En la actualidad, hay mucha indiferencia hacia la espiritualidad que cada alma necesita procurar. El alma se vuelve muy hambrienta del alimento de la oración y el sacrificio"
7 de Mayo del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Cada persona necesita hacerse responsable de su bienestar físico comiendo adecuadamente y ejercitándose; en general, cuidándose. Lo mismo ocurre con el bienestar espiritual de cada alma. Necesita un régimen de oración, sazonado con sacrificios. Si el alma descuida este régimen, se va alejando cada vez más de Mí, la fuente de todo bien.”

“En la actualidad, hay mucha indiferencia hacia la espiritualidad que cada alma necesita procurar. El alma se vuelve muy hambrienta del alimento de la oración y el sacrificio. Mientras más hambrienta esté, menos atención recibe esta enfermedad del alma. Pronto, el alma está muy lejos de obedecer Mis mandamientos o de agradarme a Mí.”

“Les hablo de esta manera hoy para despertar a los corazones en cuanto a su viaje espiritual. Solo por medio de las decisiones del libre albedrío el alma puede volverse espiritualmente sana y permanecer así. En este llamado al bienestar espiritual, reconozcan que el alma que no está espiritualmente sana es susceptible a enfermarse, así como sucede con un cuerpo poco saludable. Estas enfermedades son todo aquello que desaliente la oración y los sacrificios diarios. El alma tiene que rezar para identificar y reconocer estas influencias negativas. Si el alma reza con un deseo sincero de tener luz, Yo la ayudaré en la iluminación.”

“Yo siempre estoy a favor del bienestar de cada alma. Recen pidiendo que Yo los guíe. Ustedes nunca están solos en ninguna batalla espiritual.”

Lean Salmo 139:23-24 – Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior; examíname y conoce lo que pienso; observa si estoy en un camino falso y llévame por el camino eterno.
Gálatas 6:7-10 – No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra: el que siembra para satisfacer su carne, de la carne recogerá sólo la corrupción; y el que siembra según el Espíritu, del Espíritu recogerá la Vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque la cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos. Por lo tanto, mientras estamos a tiempo hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe.