“Hijos, voy a continuar con Mi análisis de los mandamientos. Esto es necesario porque el desacato a Mis leyes es común hoy día. No hay una actitud general para agradarme a Mí. Mi Santísimo Nombre y el Nombre de Mi Hijo se han vuelto un modismo habitual y cotidiano en todo el mundo. El Segundo Mandamiento ordena que no tomarán Mi Nombre en vano. No obstante, la práctica habitual hoy día es profanar esta ley como un medio para expresar sorpresa, alarma o enojo. La intención del corazón cuando se usa Mi Nombre o el Nombre de Mi Hijo tiene que ser de reverencia, de culto y respeto. Durante estos tiempos malignos, hay muy poco respeto o reverencia por Mí en los corazones.”
“Cada mandamiento tiene profundas raíces de entendimiento. Los mandamientos no deben ser interpretados rápidamente a un grave nivel superficial. Cada alma se hará responsable de tener más entendimiento. Conocerme es amarme. El alma no puede amarme o conocerme si no conoce y comprende Mis mandamientos.”