“Como sucede con cada mandamiento y cada pecado, el consentimiento para transgredir la rectitud necesita ser aceptado primero en el corazón. El Sexto Mandamiento –No cometerás adulterio– no es la excepción a esta regla. Sin embargo, este pecado normalmente requiere el consentimiento de dos personas, pero puede cometerse exclusivamente en el corazón y no efectuarlo físicamente.”
“Yo creé el sexo con el propósito de la procreación. Dentro de este contexto, cualquier acto o pensamiento que viole la pureza de corazón es pecaminoso, si se consiente fuera del matrimonio. El mundo de hoy ha relegado la excitación sexual a una libre elección en la que todos pueden participar sin importar el estado civil. Este placer sexual se ha convertido en una herramienta del entretenimiento, de la publicidad y del diseño de ropa, por mencionar unos cuantos. Esto es cierto porque el hombre antepone su propio placer a la obediencia a Mis mandamientos y a agradarme a Mí.”
“Que la prioridad en sus vidas sea agradarme a Mí por amor a Mí. Entonces, los pecados no tomarán el control de su espiritualidad ni de su destino eterno.”