Noveno Mandamiento: No codiciarás la mujer de tu prójimo

"...es una ley que, como todas las demás, tiene que obedecerse primero en el corazón. El alma debe evitar prudentemente cualquier codicia de la esposa de otro, respetando siempre los votos matrimoniales de cualquier pareja"
2 de Julio del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dio Padre“El corazón es como el ‘timón’ del alma. A donde él se dirige, se dirige el alma. El siguiente mandamiento –No codiciarás la mujer de tu prójimo– es una ley que, como todas las demás, tiene que obedecerse primero en el corazón. El alma debe evitar prudentemente cualquier codicia de la esposa de otro, respetando siempre los votos matrimoniales de cualquier pareja. En la sociedad de hoy, el matrimonio no es una institución importante. Muchas parejas ni siquiera se casan antes de vivir juntos. Los que sí se casan, no ven el matrimonio como una pauta para los deseos futuros. Para este tipo de personas, el matrimonio no es un obstáculo para cualquier deseo codicioso.”

“Las personas que transgreden este mandamiento no tienen reparo sobre lo que es bueno y lo que es malo. Esto es fomentado por el entretenimiento, la ropa y la literatura, y no se diga de los medios de comunicación del mundo actual. El corazón tiene que tener el deseo de permanecer firme en el sendero de la salvación obedeciendo este mandamiento; tiene que permitir que el mandamiento vigile su corazón.”

Lean Mateo 22:34-40 – Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.