“Hijos, su pasaporte a la vida eterna es la estricta obediencia a cada matiz de todos los Diez Mandamientos. No vean estos mandamientos solamente como algo que ahora deben hacer. Véanlos como una explicación de lo que deben hacer de pensamiento, palabra y obra. Por lo tanto, mantengan su lengua pura sin difamaciones o calumnias y sin profanar Mi Nombre. No dañen a nadie físicamente de pensamiento, palabra o acción. Mantengan sus corazones libres de toda codicia; sea codicia por los bienes o la mujer de otro. Semejante codicia lleva al robo o incluso al asesinato.”
“Escuchen a su ángel de la guarda y dejen que él los inspire para la santificación. Si hacen todas estas cosas por Amor Santo, disfrutarán la vida eterna y siempre vivirán en la verdad.”