Así también Yo les digo, preparen sus corazones para el castigo por venir

“Hijos, algunos mensajes pretenciosos de fuentes que no son del Cielo proclaman ciertas fechas y tiempos de acontecimientos específicos. No los consideren auténticos"
21 de Octubre del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dio Padre“Hijos, algunos mensajes pretenciosos de fuentes que no son del Cielo proclaman ciertas fechas y tiempos de acontecimientos específicos. No los consideren auténticos. Noé no sabía el día ni la hora del diluvio. Él simplemente se preparó, como se le dijo que lo hiciera. Así también Yo les digo, preparen sus corazones para el castigo por venir, no por miedo, sino por amor a Mí y a Mis mandamientos.”

“Preocúpense por su bienestar eterno, no por un bienestar prolongado aquí en la tierra. Si sus corazones están preparados así, no vivirán con miedo a las fechas y tiempos, sino que estarán preparados para comparecer ante el tribunal de Mi Hijo con corazones llenos de Amor Santo. Nadie sabe el día ni la hora del castigo futuro que llegará por etapas, más que Yo, su Padre Celestial. Por lo tanto, que toda su supuesta ‘preparación’ sea la de construir su fuerza espiritual y agradarme a Mí. Esta es la manera de fortalecer el ‘arca’ de sus corazones. No se ahogarán en la falta de perdón.”

Lean 1ª Juan 4:1-6 – Queridos míos, no crean a cualquiera que se considere inspirado: pongan a prueba su inspiración, para ver si procede de Dios, porque han aparecido en el mundo muchos falsos profetas. En esto reconocerán al que está inspirado por Dios: todo el que confiesa a Jesucristo manifestado en la carne, procede de Dios. Y todo el que niega a Jesús, no procede de Dios, sino que está inspirado por el Anticristo, por el que ustedes oyeron decir que vendría y ya está en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. Y en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.