“Hijos, cuando recen, pongan siempre las necesidades de los demás antes que las propias. Después, rindan cualquier resultado a Mi Divina Voluntad. Yo honraré una oración así. La mayoría no comprende Mi Voluntad, la cual es omnipotente y perfecta para cada alma. Mi Voluntad es capturar las emociones, las alegrías y los miedos de cada corazón y luego cambiar estas emociones a una aceptación amorosa. La rendición a Mi Voluntad radica en su aceptación. Comprender y creer en esto es su santificación. Esta aceptación hace más ligeras la cruces. Yo conozco con anticipación cada una de sus necesidades y preparo para ustedes cada solución. Creer esto es su santificación.”
“Pongan su santidad personal en la rendición a Mi Voluntad. Una oración así se responde rápidamente.”