“Hijos, cuando recen, ofrezcan como una de sus peticiones la conversión del corazón del mundo. Cada oración así ofrecida cambia algún corazón en alguna parte. No escuchen el desaliento de Satanás. Todavía queda tiempo en el reloj espiritual –el cual examina el espíritu del mundo– para mitigar lo que está por venir.”
“Yo no escucho el corazón del mal que se apropia de tantos corazones. Yo escucho el latido constante de la verdad que, incluso a estas alturas, está conquistando muchos corazones. Cuando Mi Hijo regrese, Su regreso será una victoria de la verdad. A través del Espíritu de la Verdad, las almas pueden y serán salvadas.”
“Es la verdad lo que determina el futuro del mundo. La balanza de la justicia es la balanza de la verdad contra las mentiras de Satanás. Mientras más almas acepten la verdad de la obediencia a Mis mandamientos, menos aumenta Mi ira en Mi Corazón Paternal. Presten atención a lo que digo hoy.”