El miedo no es parte de Mi llamado

“Hijos, en toda ocasión, Yo siempre estoy con ustedes. Yo los aconsejo a través de su ángel de la guarda. Los protejo por medio de este mismo ángel. Nada sucede a su alrededor o a ustedes que Yo no sepa"
9 de Diciembre del 2021 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Hijos, en toda ocasión, Yo siempre estoy con ustedes. Yo los aconsejo a través de su ángel de la guarda. Los protejo por medio de este mismo ángel. Nada sucede a su alrededor o a ustedes que Yo no sepa. El miedo no es parte de Mi llamado. Revístanse de Mi Divina Voluntad, así como lo hizo la Santa Madre toda Su vida. Entonces, encontrarán la paz.”

Lean Salmo 71 – Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia, líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame. Sé para mí una roca protectora, tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque tú eres mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío, de las garras del malvado y del violento! Porque tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector, y mi alabanza está siempre ante ti. Soy un motivo de estupor para muchos, pero tú eres mi refugio poderoso. Mi boca proclama tu alabanza y anuncia tu gloria todo el día. No me rechaces en el tiempo de mi vejez, no me abandones, porque se agotan mis fuerzas; mis enemigos hablan contra mí, y los que me acechan se confabulan, diciendo: “Dios lo tiene abandonado: persíganlo, captúrenlo, porque no hay quien lo libre”. ¡Señor, no te quedes lejos de mí; Dios mío, ven pronto a socorrerme! ¡Queden confundidos y humillados los que atentan contra mi vida! ¡Queden cubiertos de oprobio y de vergüenza los que buscan mi perdición! Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más. Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación, aunque ni siquiera soy capaz de enumerarlos. Vendré a celebrar las proezas del Señor, evocaré tu justicia, que es sólo tuya. Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. Ahora que estoy viejo y lleno de canas, no me abandones, Dios mío, hasta que anuncie las proezas de tu brazo a la generación que vendrá. Tu justicia llega hasta el cielo, Señor: tú has hecho grandes cosas, y no hay nadie igual a ti, Dios mío. Me hiciste pasar por muchas angustias, pero de nuevo me darás la vida; me harás subir de lo profundo de la tierra, acrecentarás mi dignidad y volverás a consolarme. Entonces te daré gracias con el arpa, por tu fidelidad, Dios mío; te cantaré con la cítara, a ti, el Santo de Israel. Mis labios te cantarán jubilosos, y también mi alma, que tú redimiste. Yo hablaré de tu justicia todo el día, porque quedarán confundidos y avergonzados los que buscaban mi perdición.
Éxodo 23:20-21 – Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él.
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