“Hijos, imiten a María y a José en su viaje hacia Belén. Ellos no sabían lo que les deparaba el futuro. Confiados, sin medio, emprendieron un viaje largo y arduo. Ustedes también tienen que caminar en sus vidas, no con miedo, sino confiados en que Yo, su Padre Celestial, los estoy guiando y los proveo.”
“Incluso en sus esfuerzos infructuosos por encontrar un lugar donde quedarse en Belén, ellos no tuvieron miedo. Más bien, esperaron con paciencia que Mi Mano de la providencia se manifestara. María y José nunca se desanimaron ni dudaron en su llamado a estar donde se encontraban en el tiempo.”
“Ustedes también, hijos Míos, tienen que practicar esa misma rendición confiada en Mi Divina Voluntad para ustedes. Que cada momento presente sea para practicar su paciencia y vivir en la verdad de Mi Voluntad para ustedes. Sepan que Mis soluciones son lo mejor para ustedes.”