Día de la Santidad de la Vida Humana
“Hijos, hoy los invito a perseverar frente a la adversidad. El mundo minimiza la religión como algo innecesario y hasta supersticioso. Pero Yo los invito a recordar que en tiempos de Noé pasaba casi lo mismo. En aquellos días, todo lo que importaba era el aspecto tangible –material– de la vida. ¿Acaso no es así hoy? Cuando las personas hacen recuento de sus bendiciones, no cuentan su relación Conmigo como un tesoro en la tierra. No obstante, Yo les digo, al final, eso es todo lo que importa.”
“La mayoría de las personas pasan su vida tratando de amasar fortunas que los lleven a una existencia cómoda en la tierra. En realidad, cada alma tiene que acumular una riqueza de gracias que le esperarán en el Cielo. La mejor manera de hacerlo es viviendo en Amor Santo, lo cual ordena una vida de sacrificio. El alma afortunada es la que vive para agradar a los demás y se pone a sí misma en último lugar. La sociedad de hoy considera esta actitud como un disparate.”
“El Mandamiento de amarme a Mí sobre todas las cosas no es algo que hoy se tome en cuenta. Ustedes, en Amor Santo, tienen que poner este Mandamiento como su meta en la vida.”