El discernimiento es la búsqueda espiritual de la Verdad

"Algunas veces, la Verdad se puede sentir en el corazón. Otras veces, la verdad se debe buscar con una mentalidad y corazón abiertos. Esta apertura tiene que ser imparcial"

Fiesta de Nuestra Señora de Fátima

13 de Mayo del 2022 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dio Padre “En el mundo de hoy hay mucha confusión propiciada por Satanás para negar la verdad. El discernimiento es la búsqueda espiritual de la Verdad. Algunas veces, la Verdad se puede sentir en el corazón. Otras veces, la verdad se debe buscar con una mentalidad y corazón abiertos. Esta apertura tiene que ser imparcial, es decir, dispuesta a aceptar cualquier cosa que la verdad demuestre ser a largo plazo.”

“Con respecto a esta aparición y a otras como Fátima, los representantes de la Iglesia tienen la seria responsabilidad de encontrar la verdad a través de un cuidadoso estudio de los mensajes, de las sanaciones y los milagros. Aquí nunca se hizo esto. Por lo tanto, las opiniones son solo opiniones y no están basadas en ningún discernimiento.”

“Las personas que siguen este viaje espiritual no deben desanimarse por las deficiencias de las opiniones ‘oficiales’. Quienes tienen fe serán recompensados con una devoción por Mí más profunda a través de los Corazones Unidos.”

Lean Judas 17-23 – En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: ‘En los últimos tiempos habrá gente que se burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías’. Estos son los que provocan divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. Traten de convencer a los que tienen dudas, y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo.