22 de Septiembre del 2022 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“La confianza en Mi Divina Providencia se basa en su fe en Mi amor por ustedes. Si en su corazón saben que Yo los amo, comprenderán que cualquier cosa que les llegue a través de Mi Divina Voluntad siempre es, a la larga, lo mejor para ustedes. Yo los guío hacia su salvación en cada momento presente a través de personas y acontecimientos que llegan a sus vidas. Nada pasa por accidente. Si ustedes siguen la dirección de Mi Divina Voluntad, me agradarán a Mí, y Yo, a cambio, trataré de complacerlos.”

“Cada alma tiene sus propios problemas. Sin embargo, a través de su confianza en Mí, ustedes pueden resolver las dificultades y aún así seguir en el sendero de la salvación. El amor y la confianza son aliados en su salvación.”

Lean 1ª Corintios 13:1-7, 13 – Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. …En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.