Mensaje N. 1 

Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“Mi Iglesia Remanente se está formando en los corazones, incluso mientras hablo. Por necesidad, no se encuentra en ciertos lugares geográficos ni en edificios ni en ninguna estructura física. Se encuentra en los corazones de Mis más fieles y amorosos hijos. Este Resto transmitirá la Tradición de la Fe en un mundo entregado a la transigencia. Los más atacados en este Resto son, y serán, los sacerdotes que se aferran a la Tradición. Ellos tienen que liderar sin decir que están guiando un Resto.”

“Mi Resto, físicamente, no se ve diferente a los denominados ‘fieles’. Sin embargo, su espiritualidad sí los diferencia como conservadores. Me resulta difícil atraer a alguna jerarquía a Mi Resto Fiel, pero este Resto no necesita aprobación para seguir adelante.”

“Yo rezo para que las almas que ya están en Mi Resto escuchen las inspiraciones correctas y la controversia no los devore. Dado que no existe apariencia visible de Mi Resto, no habrá peligro de ambición dentro de la Iglesia Remanente. La ambición ha destruido muchas vocaciones y muchos de Mis planes.”

“Recen para para no salirse del camino. Oren, oren, oren.”

Lean Efesios 2:19-22

Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.

Mensaje N. 2

Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“Yo no puedo guiar a un alma que se rehúsa a obedecer. No puedo inspirar a un alma que solamente se escucha a sí misma. Yo rezo para que el libre albedrío escuche las inspiraciones del Espíritu Santo.”