“Hijos, hay una gran diferencia entre la ambición y la ambición egoísta. Un alma puede tener la ambición de ayudar a los demás, de rezar por los demás, de ayudarlos en cualquier necesidad. Esto es algo loable. Sin embargo, la ambición egoísta es tener que promover las necesidades propias del alma, ya sean vanidad, riqueza, popularidad o importancia en el mundo. Un alma así tiene ambición por agradarse a sí misma, no a los demás, y menos aún a Mí.”