No podrán mentir para entrar al Cielo

"Por eso constantemente les digo que tienen que examinar su conciencia con toda sinceridad al final de cada día. Cada día debe acercarlos más a Mi Corazón Paternal"
8 de Octubre del 2020 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Hijos, esta competencia para la presidencia es realmente una contienda entre la verdad y la ficción. Más que en cualquier otra campaña, necesitan estar familiarizados con la realidad de los hechos. Es lo mismo con su propia salvación. Cuando llegue el momento de su juicio, no podrán mentir para entrar al Cielo. Por eso constantemente les digo que tienen que examinar su conciencia con toda sinceridad al final de cada día. Cada día debe acercarlos más a Mi Corazón Paternal y a una observancia más profunda de Mis mandamientos.”

“Mi promesa del Paraíso si me agradan con la obediencia a Mis mandamientos es toda verdad. Ustedes no pueden negociar Conmigo. Será demasiado tarde para falsas promesas. La realidad es que cada momento presente contribuye a favor o en contra de su salvación. No habrá ningún debate.”

“Yo les he dado las diez reglas de conducta, incluyendo las reglas del Amor Santo. Tratar de redefinirlas no es una opción. Todo en sus vidas –las victorias y los fracasos– deben ser un reflejo de su obediencia a estos mandamientos.”

Lean 1ª Juan 4:1-6 – Queridos míos, no crean a cualquiera que se considere inspirado: pongan a prueba su inspiración, para ver si procede de Dios, porque han aparecido en el mundo muchos falsos profetas. En esto reconocerán al que está inspirado por Dios: todo el que confiesa a Jesucristo manifestado en la carne, procede de Dios. Y todo el que niega a Jesús, no procede de Dios, sino que está inspirado por el Anticristo, por el que ustedes oyeron decir que vendría y ya está en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. Y en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.