Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:
“Los malos frutos del COVID 19 son: Ha separado a las naciones, ha separado a las personas entre sí, e incluso ha separado al hombre de Dios. Ahora, la población del mundo está dividida para que pueda caer más fácilmente bajo un líder mundial único.”
Fuente: Ministerios del Amor Santo