Solemnidad de Pentecostés
“Hoy anhelo impartir el Espíritu de la Verdad a cada corazón. Entonces, y solo entonces, se corregirían los errores que hay en los corazones. Los corazones estarían vivos con los dones del Espíritu y corregirían sus malos hábitos para siempre. El problema es que la mayoría no reconoce los errores dentro de su propio corazón. Por lo tanto, carecen de motivación para cambiar.”
“Si la verdad tomara dominio de cada corazón, el estado del mundo sería irreconocible. Todas las fronteras estarían seguras. No habría guerras, ni falsas religiones, ni agendas ocultas para formar un comprometido Orden Mundial Único. Todos los gobiernos funcionarían por el bienestar del pueblo. La libertad de conocerme y amarme sería universal. No habría falsas religiones inspiradas por el hombre.”
“Hasta que llegue este tiempo, los verdaderos creyentes tienen que estar unidos y pedirle al Espíritu Santo la fuerza para perseverar. Pídanle al Espíritu que exponga el mal en los corazones y proteja la verdad. El Espíritu Santo es el guerrero de la verdad.”