“Cuando recen, pidan aceptar Mi Divina Voluntad para ustedes en cada situación. Una oración así surge de un corazón valiente que no tiene interés en sus objetivos. Esta es la oración que, como Padre de ustedes, me agrada más. Una oración así surge de un corazón amoroso; de un corazón que respeta Mi Voluntad en cada resultado.”
“El corazón que reza de esta manera ha muerto a sí mismo y ama Mi Voluntad con un corazón confiado. Mi Voluntad, con frecuencia, no coincide con su voluntad humana, pero a la larga es perfecta y lo abarca todo. Recen pidiendo ser iluminados para ver que Mi Voluntad es la respuesta perfecta, la solución perfecta.”