“Hijos, existe en el mundo mucha oposición a su santidad personal. De ninguna manera es considera una prioridad. Las cosas del mundo –el materialismo, la reputación, la apariencia– son todas pasajeras, pero son presentadas como de suma importancia. Con mucha frecuencia, es hasta el juicio del alma que se percata para qué fue creada: para su salvación.”

“Hijos, los apremio a alejarse de los gozos temporales del mundo y a despejar el sendero a su hogar permanente en el Cielo. Recen pidiendo por su santidad personal y hagan que esto sea su prioridad en la vida. Yo he preparado un lugar en el Cielo para cada alma creada por Mí, pues en el Cielo no hay concepto de espacio. Me aflige ver cómo tantas almas desatienden su llamado a la santidad personal como medio para ganarse el Cielo.”