Ustedes siempre tienen que estar preparados

Los invito a ver que así como hay tormentas en el mundo, tal como la que acaban de experimentar (el Huracán Ian), hay también períodos turbulentos en sus vidas

2 de Octubre del 2022 – Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

Dios Padre - Amor Santo - Holy Love“Los invito a ver que así como hay tormentas en el mundo, tal como la que acaban de experimentar (el Huracán Ian), hay también períodos turbulentos en sus vidas. Estas tormentas en la vida pueden ser la enfermedad, problemas con otras personas o la confusión en cuanto a tomar decisiones correctas. Cuando ustedes enfrentan un acontecimiento poderoso en la naturaleza, toman precauciones extremas, tal como blindar las ventanas, buscar refugio o simplemente le dicen a los demás que se preparen. Una tormenta en sus vidas puede ser tener tentaciones hacia el mal, conflictos con los demás o incluso un padecimiento.”

“Estos son tiempos en los que necesitan ‘blindar’ las ventanas de sus almas rezando más, haciendo sacrificios especiales o incluso buscando ayudar a otros. A veces, las almas que intentan resistir un huracán en el mundo finalmente recurren a Mí pidiendo ayuda, aunque sea como último recurso. Con frecuencia, las tormentas en la vida diaria llegan sin previo aviso. Por lo tanto, cada alma tiene que estar preparada espiritual, física y emocionalmente para cualquier eventualidad. Ustedes no tienen meteorólogos que pronostiquen muchos acontecimientos en sus vidas, como fue el caso del huracán. Ustedes siempre tienen que estar preparados.”

Lean Judas 17-23 – En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: ‘En los últimos tiempos habrá gente que se burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías’. Estos son los que provocan divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. Traten de convencer a los que tienen dudas, y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo.