Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“Hijos Míos, Mi Corazón está muy triste mientras les hablo hoy. Lamento la privación de la oración; un esfuerzo que tuvo que cancelarse debido a la condición humana. Yo tenía muchísimas ganas de verlos en el Campo de los Corazones Unidos. Ahora vamos a esperar hasta que estén menos distraídos por este coronavirus. Los veré en nuestro Campo el 2 de agosto. Mientras tanto, el 19 de abril, hagan las mismas oraciones que hubieran ofrecido si estuvieran aquí. Yo escucho cada oración, independientemente de dónde se ofrezca. Yo soy Omnipotente.”

“Tomen los intentos de Satanás de interrumpir este evento como una señal de la importancia de Mi llamado a estar unidos en oración y a recibir Mi triple Bendición. Ustedes van a recibir la misma bendición en agosto: Mi Bendición Patriarcal, Mi Bendición Apocalíptica y Mi Bendición de Luz. Por lo tanto, celebren nuestro nuevo plan. Satanás nunca nos ganará en perseverancia. Esta amenaza a la salud –este virus– se permite como una señal de estos últimos tiempos antes de que Mi Hijo regrese en victoria. Es una señal relevante en Mi intento por despertar la conciencia adormecida del corazón del mundo. Lamento el hecho de que para eso se tengan que tomar semejantes medidas. Yo vi venir todo esto, pero, lamentablemente, tuve que permitirlo.”

Lean Salmo 3:8-9

¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos y rompes los dientes de los malvados. ¡En ti, Señor, está la salvación, y tu bendición sobre tu pueblo!