“Hijos, vengo hoy a ustedes para dictarles esta oración que quiero que recen todas las mañanas al comenzar su día.”
“Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén.”
“Esta oración da paz si la rezan en serio con el corazón.”