“Hijos, hoy, como siempre, permanezcan en el sendero de la luz al que Yo los llamo. No presten atención al desaliento, sino mantengan siempre la esperanza. Yo los guiaré a través de inspiraciones, de la verdad y exponiendo el mal en medio de ustedes.”
“Cúbranse espiritualmente con la Preciosa Sangre de Mi Hijo al empezar la jornada y a lo largo del día mientras continúan en el sendero de la verdad. Recuerden siempre que Yo los amo y quiero sus atentos esfuerzos en el Amor Santo. No permitan que las falsas opiniones de otros cambien la actitud o la dirección de sus vidas.”
“Mi llamado es uno con el de la gracia, la cual Yo deseo que siempre sea su guía; no con fariseísmo, sino en la verdad. Estén abiertos a las opiniones de los demás, pero que nada los guíe, más que la oración.”