“Hoy, queridos hijos, quiero hablarles sobre la reconciliación. La reconciliación es Mi misericordia en acción. Reconciliarse requiere de humildad y valor. Ustedes no pueden reconciliarse si primero no perdonan. No pueden perdonar si primero no responden a Mi llamado a vivir en Amor Santo. El Amor Santo es el peldaño hacia el perdón. El perdón es el peldaño hacia la reconciliación. Todo esto tiene que entrar en juego en forma conjunta, de lo contrario, la reconciliación solo es superficial. Hagan el esfuerzo por fortalecer el Amor Santo en sus corazones. Entonces, fortalecerán todas las demás virtudes.”