Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice:

“La cuarentena que el mundo está experimentando ahora le quita mucha independencia a la vida cotidiana. No obstante, las almas siguen teniendo el derecho de elegir su propia salvación. No se puede renunciar a ese derecho. Muchas personas no reconocen este derecho o no lo aprecian. Eligen no ejercerlo y, por lo tanto, están abiertas a todo tipo de errores.”

“Si bien las leyes civiles quedan abiertas a debate, no es así con Mis mandamientos. Cuando las personas comprometen Mis mandamientos, ellas no eligen su derecho a salvar su propia alma. Este derecho nunca podrá cambiar por ninguna razón. Sin embargo, sí puede ser entregado en favor del pecado. Cerciórense de que eligen sabiamente para su propia salvación, incluso en medio de estos tiempos difíciles.”

Lean 1ª Juan 4:6

Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. Y en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.